Ir a trabajar, y otras 9 cosas por las nadie te pagará en 5 años

Hola, vengo del futuro, y además de lejía, te traigo novedades respecto al mundo laboral.
He buscado tan bien como mi madre pero no ha habido suerte; estas son las 10 cosas por las que no pagan a la gente en el trabajo del futuro

1. Ir a trabajar

Al ver tanta gente currando en pijama al principio me asusté, pensé que en el futuro siempre era puente, pero no.  Vete preparándote, tu mera presencia física dejará de ser motivo para ingresarte la nómina a fin de mes.

La arraigada costumbre española de poner el culo en un asiento con visitas intermitentes a la máquina de café no se destila por allá.

Tu trabajo puede ser el más apasionante posible o un truño gordísimo, da igual, tener a una manada de gente en cubículos con sus ordenadores enfrentados es cosa del pasado. Al menos para ti, si estás leyendo este blog y albergas la mínima esperanza de decidir qué pasa con tu tiempo.

Sólo tienes que dar una vuelta en “hora punta” y ver los caretos de la gente metida en sus coches,  atascados, contaminando, para ir a un sitio al que preferirían no quieren ir. Es antinatural.

En el futuro no van en naves espaciales a currar, se quedan en casa.

Tampoco hay comedores en las empresas; eso al principio me desilusionó, pero luego vi que no había ese olor a tupper recalentado al microondas y se me pasó.

2. Tu título. Tu capacidad en los trabajos del futuro la valida….¡tu capacidad!

¿Qué trascendencia tiene el rey en tu vida? Pues la misma que tiene una fotocopia de su firma en un papel que tardaste 5 años en conseguir: poca.

Lo que ponga tu título que sabes hacer no será nada comparado con lo que puedas demostrar que sabes, y para hacerlo tienes herramientas online que debes utilizar.

En el futuro me ha costado encontrar gente sin su canal de tv propio o su negocio online, no les ha quedado otra que aprender a aportar valor por cualquier medio.

3. Saber inglés.

Does it make any difference if you’re able to understand this phrase? Not anymore.

Pero si no tienes ni papa y aspiras a un curro flexible y enriquecedor, tienes un problema, y si además no puedes hacer una dominada, tienes dos.

No, los trabajadores del futuro no son todos trilingües y están mazaos, pero sí que leen e interactúan en inglés con solvencia y tienen tiempo para llevar una rutina deportiva saludable.

4. Tu tío / cuñado / amigote de tu padre. En el trabajo futuro el mérito es el rey.

En el mundo de los empresarios fumapuros, que tu tío, cuñado o conocido fuera amigo de un pez gordo podía facilitarte un lugar al que ir por unos euros, aunque no tuvieras npi de lo que allí se hacía ni te interesara.

He estado en el futuro y, el que te iba a enchufar, ya no es un pez gordo.

Además tiene el colesterol por las nubes y no está como para pensar en que tú tengas un sitio donde prostituir tu limitado tiempo de vida.

Tendrás que pensar alternativas.

5. Cualquier tarea que puedas hacer mientras piensas en la clasificación de la liga.

Si en 5 años tu tarea sigue siendo apretar un tornillo, pasar datos a un excel o cualquier acción repetitiva que no solicite un mínimo de tu creatividad, Comando Actualidad se olvidará de la nieve y mandará un reportero a ver lo que haces, por ser el único que quede.

Lo que he visto en el futuro, además de que la liga la gana el Samsung F.C., es que si una tarea se puede hacer con resaca, la hace un robot o alguien en Bangladesh.

6. En el trabajo del futuro todos son pintores.

Ahora, cuando el pintor te da presupuesto para quitarte el gotelé, tú le pagas porque no quieres que tu pared parezca la cama de un fakir. No por estar en tu casa 8 horas con una para comer y días moscosos.

En el mundo laboral que viene tú vas a ser como ese pintor y la empresa te pagará por aportar una solución a un problema, por cubrir una necesidad, no por incubar la silla.

Tu labor será hacer más rico, más feliz o más libre a alguien, empresa o persona. Lo que tardes en conseguirlo vendrá en el precio y no será su problema.

En las profesiones del futuro no se paga por tiempo, se paga por valor.

7. Por tu “gran capacidad de aprendizaje”.

Da igual que lo hayas puesto en negrita en tu currículum, la capacidad de aprendizaje no se paga, se cobra.

Y tengo que decirte que no me parece tan mal teniendo en cuenta lo que me costó la carrera para lo que aprendí; bastante menos que el primer día de unas prácticas no remuneradas.

Contratos en prácticas disfrazados cuya remuneración es “incorporarte a un dinámico equipo de trabajo”, o becas para trabajar gratis con la posibilidad de entrar en plantilla en un año. Ahora ya es una realidad, imagínate en 5 años.

8. Las horas extras, las vacaciones…

Y todo lo que huela a derechos laborales adquiridos tiene la x puesta, como la generación que los consiguió.

Es hora de reconocerlo, no hemos sabido defender lo que nuestros padres y abuelos consiguieron, y ahora ya es tarde.

Ponerme ahora a reclamar jornadas decentes y salarios justos es perder mi tiempo.

En vez de llorar como un millennial lo que no supe defender como un baby boomer, he decidido huir hacia adelante y aprender a no depender de gobierno y empresas, si no de mi talento.

9. Por lo que dices que sabes.

Se acabó tirarse el moco en una entrevista y engatusar a reclutadores acostumbrados a entrevistar a clones de clones. Aunque esta es una ventaja de la que me intenté aprovechar en su momento está condenada. De ahí, y de mi viaje en el Delorean, el nacimiento de este blog y toda la estrategia alrededor.

Cuando alguien meta tu nombre en Google sabrá si has estado haciendo algo que merezca la pena sin esperar a que se lo cuentes, así que mejor empezar a hacerlo.

10. La indemnización.

La pared de tu casa ya está más lisa que un pelo Pantene, viene el pintor y te dice que aparte tienes que pagarle 20 minutos por día trabajado.

Tan ridículo como eso será muy pronto la indemnización por despido, igual que sus primas las pagas extras. A su tío el paro quizás le quede algo más, pero la vorágine neoliberal se lo terminará comiendo, e insisto, ya es tarde y estoy demasiado enganchado al iPhone para defenderlos.

Hay gente que tiene muy buenas ideas y gente que tiene muy buenas ideas de mierda.

Aquí está la diferencia