9 razones por las que podrías tirar el título universitario a la basura (y no pasaría nada)

Este verano estaba en casa de mis padres tirando aquellas cosas que se van quedando atrás y no te has atrevido a tocar antes.

En mi armario, justo al lado de la cama, tenía guardados los papeles importantes: contratos antiguos, papeles oficiales…y justo debajo, inmaculado en un sobre gigante, mi título universitario de licenciado en Administración y dirección de empresas.

Con estas 9 razones traté de convencer a mi ego para tirarlo.

1. Nadie te va a pagar por tenerlo. El fin de la titulitis

Hace 30 años tener un título universitario era sinónimo de trabajo asegurado para toda la vida, hoy puede ser que alguna empresa un poquito arcaica siga valorándolo; dentro de 10 años presumir de licenciado será motivo de chanza pública.

De aquí en adelante nadie va a valorarte por un papel firmado por el rey. En el nuevo paradigma laboral da igual que seas licenciado o que hayas aprendido viendo vídeos en Youtube, sólo te pagarán por el valor que eres capaz de aportar.

2. Te ayudará a que tu ego no te identifique con tu “título”

Que hayas estudiado económicas significa mucho más que “ser” economista. Nos identificamos de tal manera con nuestras profesiones que adoptamos ese rol al 100%, como soy arquitecto hago cosas de arquitectos y tengo que vivir como un arquitecto, y si me preguntas te dejaré bien claro lo que soy, ¡arquitecto!

Tu titulación o tu profesión son una parte más de tu vida, no tu vida.

3. Tener los títulos de la universidad en la pared moló en los 70, ya no

¿No tenéis la sensación de cutre cuando vais al despacho de alguien y tiene hasta el diploma del último curso mierdolero puesto en la pared?

Hay gente más mayor que está justificada, en su momento esos títulos fueron importantes. Si te sacaste la carrera hace menos de 20 años piensa si tu orla debe seguir presidiendo el salón.

Uno muy listo dijo que la mayoría de universidades del mundo van a desaparecer».

4. A nadie le importa que carrera has estudiado

No lo vamos a negar, que tu seas licenciado en ADE no le importa a nadie, casi no te importa ni a ti imagínate a los demás. Espetar tu título universitario al primero que te pregunta a qué te dedicas alimenta tu ego, pero aburre a las piedras.

Aprende de las lecciones de Sr. Lobo y cuenta lo que sabes hacer, no lo que un papel pone que sabes.

Imagínate que existiera una titulación que fuera “Licenciado en jugador de fútbol de primera división”, que fuera la hostia de difícil de sacar, un montón de teoría, créditos y exámenes. ¿De qué serviría si eres un paquete? ¿Algún equipo te ficharía por el título?

Ahora imagina que en toda esa carrera nunca se pisara un campo de fútbol, y ya tienes como funciona la universidad.

Ya en 2013, Laszlo Bock, jefe de RRHH de Google dijo que estaban dejando de «valorar el expediente académico» por la «desconexión entre lo que se enseña en la universidad y el trabajo que hace falta en la empresa».

5. Te abrirá los ojos a nuevas formas de ganarse la vida

Des-identificarte con lo que tu título universitario dice que eres te abrirá nuevas posibilidades laborales. Una vez que entiendes que tú eres mucho más que eso dejas de estar atado a un título que te limita y te condena, muchas veces, a un trabajo de mierda. Te libera para poner tu talento por delante.

El futuro no pasa por conseguir un trabajo, pasa por crearlo, y crearlo pasa por soltar lastre.

6. Hay 17 mil millones de titulados universitarios como tú.

Mientras más personas hay con un título, menos vale el tuyo, y ahora hay muuuchos papelitos firmados por el rey ahí fuera. Es la inflación de la formación universitaria.

Ante esto tienes dos opciones de diferenciarte: Seguir jugando en ese mundo caducado y gastarte todo el dinero de tu familia en un MBA o similar o diferenciarte aportando un valor único.

La primera opción es el camino trillado, la segunda es crear tu propio camino.

De invertir que sea en tu marca personal; ten presente que vamos hacia el mundo de los agentes libres.

7. Las titulaciones universitarias no dicen la verdad

¿Licenciado en administración de qué? ¿cómo?

Al acabar la carrera sería un milagro saber cómo dirigir una empresa sin haber pisado una.

Pero el rey me ha firmado un papel que dice que sí sé.

Un día le voy a escribir, JuanCar creo que han estado firmando diplomas de broma por ti.

8. Tu título universitario no está alineado con tu talento

Es un mal endémico. Estudiar algo por las posibles salidas laborales es pegarse un tiro en el pie, vas a ir cojo toda la vida. Te condena a hacer el egipcio en un trabajo que no te gusta, y eso es ir contra natura, tronco.

Así andamos luego, amargaos esperando el finde.

9. Tíralo, te roba energía y es reciclable

Tras pensar todas estas cosas me encontraba sentado en la cama, con el título en la mano, tenía que decidir.

Por un lado mi ego me seguía recordando que habían sido muchos años de esfuerzo, que lo iba a necesitar, y por otro mi intuición con las razones que acabas de leer.

Tenía que elegir, y elegí tirar ese papel inútil. De pronto algo pasó.

Sentí pasos  y noté como una mirada se clavaba en el montón de cosas destinadas al punto limpio.

– ¿Estás loco? ¿cómo vas a tirar el título?- 

Mi madre es la mejor.

Esto fue en verano, ahora volveré en navidades a casa de mis padres y ahí estará el título en el armario vacío, con su sello y su firma, tan bonito en su sobre gigante.

Ha habido gente que me ha dicho que debería tirarlo al contenedor azul y subir el video a youtube.

¿Qué me aconsejas tú? ¿debería tirarlo? ¿Alguna otra idea? ¡Échame una mano prima! Pon a prueba tu creatividad. La más ocurrente se llevará el gordo.

Hay gente que tiene muy buenas ideas y gente que tiene muy buenas ideas de mierda.

Aquí está la diferencia